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Por: John Morales CEO de JUZTO
Yo sé que el tema genera mucho debate sobre la cultura de la trampa. Por eso, lejos de querer entrar en discusiones, quiero contar brevemente mi experiencia con las fotomultas y del porqué nació Juzto.co. En septiembre de 2020, le aparecieron en el SIMIT 2 fotomultas al carro de mi señora. Desde hace más de 3 años yo he trabajado a poca distancia de mi casa, me he ido caminando sin usar auto; también he estado en modo home office. Lo más extraño es que las fotomultas eran en días y horas hábiles; por eso yo estaba seguro de que no me las habían sacado a mí. Pero mi señora juraba que era a mí al que se las habían sacado (porque, según ella, yo me creo piloto de Fórmula Uno). Cuando la conversación sobre las multas estaba en discusión, yo decidí pagarlas y deshacerme del problema porque no tenía tiempo de desgastarme en un proceso tedioso. Cuando entro a hacer el pago, me doy cuenta de que las multas estaban montadas en el SIMIT, pero NUNCA nos fueron notificadas. Le cuento a mi señora y me dice “pues ahora ya no te dejo pagarlas, ¿no pues que la Corte Constitucional tumbó las fotomultas? Si eres tan buen abogado, tú te encargas de que las quiten. ¿Por qué vas a regalarle un millón de pesos a la alcaldía con estas calles todas rotas?” (así, torciendo la boca como niño chiquito en plena pataleta).
Yo (que en verdad sí me creo un buen abogado, pero no me creo piloto) digo: “Esto debe ser una estupidez. Seguro lo saco en media hora”. Oh sorpresa: la Secretaría de Movilidad de Bogotá habilita agenda para audiencias cuando les da la gana e igual cierra la agenda por semanas seguidas. Pues me tocó poner tutela para obligar a que me agendaran la audiencia, y el primer juez me falló en contra de la solicitud de agendamiento de audiencia (ese proceso duró las horas de redactar la tutela, + 13 días hábiles = 3 días para que asignaran juzgado y 10 días para la primera sentencia). Entonces me tocó impugnar y el juez de la impugnación obligó a la Secretaría a darme audiencia (ese proceso duró 23 días hábiles, 3 para que le asignaran juzgado de impugnación y 20 para sentencia). La Secretaría me mamó gallo dos veces en la audiencia: se terminó realizando 3 meses después del fallo de tutela que los obligaba (acá yo ya tenía un problema personal con las fotomultas).
Al final gané la impugnación y nos quitaron las multas, pero la indignación que me quedó fue tal, que decidí desquitarme de la forma que más les doliera, ¡y eso era acabando con esa sinvergüencería! Obviamente, me preparé para la audiencia como lo hace un abogado juicioso para un asunto profesional; ahí me di cuenta de algo importante: hay una gran cantidad de cámaras de fotomultas que no están calibradas. Eso significa que la cámara puede registrar velocidad de 65 y uno ir a 59 (el 90% de los comparendos que recibimos son por supuestas velocidades superadas en menos de 10% del límite permitido).
El proceso está montado deliberadamente para que sea complicado, cansón y frustrante, de forma que uno diga: “tome sus 500 mil pesos y me quito ese problema de encima”. Imagínense eso multiplicado por 2 millones de fotomultas que sacan al año. Las cámaras están montadas para sacarle plata al ciudadano, y repartirla a los amigos de ya saben quiénes, que ya saben cómo se ganaron los contratos de recaudo. Si a las autoridades les importara la seguridad vial, la Autopista Norte no parecería una pista de motocross (y describirla sí es un insulto para estas pistas). En la audiencia de impugnación y en la respuesta de recursos escritos, esas autoridades le dicen al ciudadano un montón de barrabasadas que no son ciertas. Por ejemplo, una cosa que siempre hacen las autoridades es decir que el ciudadano está obligado a contar quién era el que iba manejando, a pesar de que el fallo de la sentencia C-038 de la Corte Constitucional es totalmente distinto. Las Secretarías de Tránsito violan los derechos de los ciudadanos todo el día, todos los días.
Obviamente, va a venir alguien a decir que el proceso de impugnación lo hizo súper fácil y rápido. A esas personas les puedo asegurar que nosotros hemos logrado eliminar fotomultas en 8 días calendario, pero eso es el 0.5% de los casos.
PD 1: TODAS las fotomultas se pueden impugnar, incluso si uno iba manejando. Porque, nuevamente, esas fotomultas están incumpliendo derechos y principios constitucionales. Y hacer cumplir el Código Nacional de Tránsito violando la Constitución, es como si alguien le quisiera enseñar a los hijos a ser trabajador traficando con estupefacientes.
PD 2: Luego de todo creo que está claro: yo no tengo un análisis imparcial frente a las fotomultas. De hecho, odio tanto toda esa corrupción que, en la página de Facebook de Juzto.co y en nuestro blog, le enseñamos a quien tenga el tiempo cómo impugnarlas por sí mismo.